Por Ricardo Esquivel Castañeda, dirigente estatal
Cuando se trata de resolver los problemas de las familias humildes, de la gente más pobre, sobran los pretextos, los “argumentos” para negar la solución a las demandas; esto, en el fondo esconde la posición real de que quien ostenta el poder, ve a ese cargo como lo que es, una herramienta para apuntalar los intereses económicos y políticos de clase que a él pertenece, aunque le haya prometido al pueblo que representaría a las mayorías.
Eso explica por qué cuando la gente busca a la autoridad para que le resuelva algún problema, alguna carencia de su comunidad, el funcionario público hasta se molesta, porque él cree que la gente es irracional cuando le explican que no hay recursos, que son predios irregulares, etcétera, o sea que, le echan por delante leyes y reglamentos para que la gente deje de insistir en su demanda, aunque en el fondo la negativa es por lo dicho al principio de este escrito.
Todo esto lo menciono aquí porque eso es lo que está pasando en el municipio de Valle de Santiago, en el estado de Guanajuato. En ese municipio, un grupo de 500 familias humildes cansadas de andar peregrinando de oficina en oficina, buscando conseguir un terreno para construir su vivienda, al ver que su derecho a vivir dignamente era papel remojado, decidieron organizarse en la organización de Antorcha. Se organizaron y lo lograron.
Ahora, a 5 años de fundada su colonia llamada Manuel Serrano Vallejo, este asentamiento ya está en proceso de regularización, por ello ya cuenta con el servicio de energía eléctrica, pero, siguen teniendo carencias de servicios tan necesarios como es el agua potable, el drenaje, la pavimentación y otros servicios más que requieren las colonias populares.
Y es en este contexto de las necesidades de esta colonia, en que los vecinos cansados ya de gestionar ante Alejandro Alanís Chávez, alcalde Valle de Santiago, cansados de exponerle su problemática, señalándole que no contar con agua potable es un verdadero problema, ya que son muchas las familias que habitan ahí, con niños, jóvenes, adultos y ancianos que requieren del vital líquido, y ahorita más necesario se vuelve contar con el agua para enfrentar a la enfermedad contagiosa del coronavirus con las medidas sanitarias en los hogares.
Por lo anterior, y como resultado de que no se les haces caso, los vecinos han decido pasar a otra forma de lucha.
Al sordo, dice el dicho, si no escucha hay que gritarle, y por eso, las familias han decidido manifestarse con un plantón permanente afuera del palacio municipal, ya llevan ahí más de una semana esperando una respuesta positiva por parte del alcalde, sin que este se digne a resolverles el problema.
Una cosa hay que decir, este problema de negarle a la gente los servicios básicos tan elementales, como es el caso aquí mencionado, no sólo se ve en Guanajuato, también se ve en Nayarit y en todo el país, porque el sistema social en que vivimos no tiene entre sus prioridades el bienestar de la gente humilde, tenemos ahorita como ejemplo el problema de la pandemia por el COVID-19 donde el gobierno se ha desentendido por completo de su responsabilidad de salvar a los mexicanos y los ha dejado a la buena de Dios, donde se salva quien se pueda salvar, por eso llevamos casi 240 mil muertos.
Y a pesar de esa política antisocial, nacional, las familias antorchistas de Valle de Santiago deben de saber que van a ganar su lucha y la van a ganar no porque se trate de medir fuerzas, sino simplemente porque les asiste la razón, porque no hay motivos para que se les siga castigando sin agua a cientos de guanajuatenses, y porque detrás de ustedes compañeros, estamos los antorchistas del Regional Occidente prestos a auxiliarlos en el momento que ustedes lo requieran.