El falso indigenismo en Nayarit

Por Ricardo Esquivel Castañeda

Es frecuente escuchar las declaraciones de políticos, candidatos a diferentes puestos de elección popular, organizaciones sociales, y, hasta de los propios líderes indígenas de las diferentes etnias del país su amor por las causas indígenas; es decir, expresan frases justicieras y se visten con hermosos trajes típicos con la intensión de resaltar el “deseo profundo” que dicen sentir por cambiar la vida tan miserable en que se encuentran los indígenas de nuestro país, y una vez que la vida les da la oportunidad de actuar en consecuencia, se olvidan de lo expresado sin rubor alguno, traicionando las causas que dijeron defender.

Por eso, es cierto el dicho aquel que dice, “del dicho al hecho hay mucho trecho”. La 4T o Morena en Nayarit prometió un nuevo Nayarit, un estado donde el pueblo sería escuchado y se atenderán sus quejas y reclamos, se dijo en la pasada contienda electoral, y ahora que ya están en el poder y de ser el momento de cambiar las cosas que se estaban haciendo mal, en vez de corregir, se afrenta, se ofende y se rechaza a los sectores indígenas.

Lo anterior viene a cuento por la siguiente nota informativa, “En el marco de los Diálogos para impulsar una iniciativa de ley para la protección de periodistas y personas defensoras de Derechos Humanos en Nayarit, la titular del Instituto Estatal para la Atención de los Pueblos y Comunidades Indígenas de Nayarit, Lorena Villareal Rodríguez dijo que “la mayoría” de las familias en la sierra nayarita se dedican a robar, armarse y vivir de los recursos de programas gubernamentales. “La mayoría de los padres de familia se dedican a robar, así tal cual, a robar para poderles dar de comer a veces a sus familias; asaltando camiones o lo que se pueda y no digo porque viven en extrema pobreza, sino porque ya se hizo un embudo una necesidad que no había; la gente vivía con lo que tenía y con lo que podía pero malamente ya se acostumbraron a no hacer nada al cabo el gobierno les va a dar y si no llega el programa, pues de dónde”, insistió la funcionaria sin que fuera interrumpida por los integrantes del presidium, entre los que se encontraba el titular de la Unidad para la Defensa de los Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación federal, Enrique Izaroque, y el estatal, Daniel Sepúlveda.” Aristeguinoticias.com del día 17 de marzo de 2022.

¿Qué se puede sacar de esta declaración? Lo primero, es importante decir que, Lorena Villarreal Rodríguez es de los funcionarios cercanos a la actual administración, fue también coordinadora en la sierra Del Nayar en la pasada campaña electoral del Dr. Miguel Ángel Navarro Quintero, hoy gobernador del estado, por lo tanto, las declaraciones hechas por ella son el sentir real de la administración estatal, no hay duda de eso. Como la declaración causó revuelo localmente y los grupos defensores de los indígenas exigieron una disculpa pública de la funcionaria o su renuncia, dicha exigencia no ha sido respondida por el gobierno, lo que ha sí se ha visto es que poco a poco la declaración se ha ido diluyendo y dejando de llamar la atención.

Sin embargo, para los que sí estamos atentos a los problemas sociales del pueblo, esto no puede ser visto como una simple declaración, es en realidad algo más de fondo que es necesario comentarlo.

Segundo, la declaración se queda en una queja, en una ofensa para los pobres de las etnias porque los acusa de estar acostumbrados a nomás recibir las ayudas del gobierno, y que, de no haber estos apoyos, la gente se dedica a robar.

Se culpa pues a los indígenas de su situación y se les ve como delincuentes, pero, ya están en el poder los “defensores de las causas indígenas”, ¿qué les falta ahora para hacer justicia? La respuesta es muy simple, les falta ser consecuentes, como no lo son, se les olvida señalar a los culpables de tal situación, al sistema social capitalista en que vivimos, omiten expresar que el gobierno de la 4T nacional y estatal siguen con esa política de promover los programas sociales simulando que ayudan a combatir la pobreza cuando en realidad ésta crece más, hunden y degradan cada ves más al pueblo que dicen defender.

Ellos, los de la 4T en campaña dijeron que el culpable de todo era el sistema que solo favorecía a unos pocos muy ricos y a las mayorías, las tenía empobrecidas, que por eso se tenía que ganar el poder para ahora sí, hacerles justicia a las mayorías. Le supieron llegar a la gente, ganaron el poder, pero la deuda de hacer justicia no la han querido cumplir simplemente porque no son lo que decían ser, los verdaderos representantes del pueblo pobre.

Por ejemplo, en Nayarit no hay obra social, menos municipal, dirigida a combatir el rezago social de los indígenas, las oficinas de dos presidencias municipales con marcada presencia indígena como la Del Nayar y La Yesca no operan la mayoría de los días en sus municipios, tienen oficinas en Tepic a 5 o 6 horas de distancia de donde vive la gente, por lo que gestionar un problema ante un presidente municipal es un verdadero calvario que prolonga el sufrimiento causado por las muchas carencias en que viven las familias.

También es común ver en muy malas condiciones los caminos y brechas por donde transitan los Coras y Huicholes; las comunidades más grandes están sin calles pavimentadas, sin drenaje, con carencias de agua potable y con viviendas de muy mala calidad. Y como remate para tenerlos embrutecidos, en sus comunidades pulula el alcohol y las drogas sin freno alguno.

Esta es la triste realidad en que viven nuestros indígenas en Nayarit, así que, basta ya del indigenismo hipócrita, de lucrar a costa de los aborígenes, de aparentar abanderar la causa de los indígenas, de vestirse como indígena para tratar de aparecer como defensor de la causa y luego no hacer nada por estos.

En Antorcha queremos que se cambien de raíz las condiciones materiales en que viven miles de integrantes de las etnias; que se pavimente calles y caminos, que se introduzan los servicios básicos de agua, luz, salud, educación y drenaje hasta las comunidades más remotas. La obra social se hará y se les respetará como seres humanos, solo cuando todos los indígenas se unan como un solo hombre en una organización social de lucha y de combate, y exijan sus derechos a vivir dignamente como todo mexicano. Si no se hace esto, se seguirán burlando de nuestros hermanos indígenas.