La independencia de un país

Por: Ricardo Esquivel Castañeda

Me llamó mucho la atención una declaración que hizo el presidente de Rusia, Vladímir Putin a un grupo de jóvenes empresarios de aquel país el día 9 de junio del presente mes en actualidad.rt.com: «El mundo está cambiando, y cambia rápidamente. Y para reclamar cualquier liderazgo, ya no digamos mundial, sino al menos en algo, por supuesto, cualquier país, cualquier nación, cualquier etnia debe asegurar su soberanía», dijo el jefe de Estado en una reunión con jóvenes empresarios este jueves. «Porque no hay un estado intermedio: o un país es soberano o una colonia, como se quiera llamar a una colonia», explicó. «Estamos viviendo una época de cambios, todo el mundo lo entiende, lo puede ver, hay una transformación geopolítica y otra científica y tecnológica», declaró Putin. «Si un país o un grupo de países es incapaz de tomar decisiones soberanas, ya es una colonia hasta cierto punto, y una colonia no tiene perspectiva histórica, [no tiene] ninguna posibilidad de sobrevivir en una lucha geopolítica tan dura», dijo el jefe de Estado. Señaló que no quiere nombrar países concretos, «para no ofender a nadie», pero añadió que «siempre ha habido una lucha geopolítica». En su opinión, «Rusia siempre ha estado a la vanguardia de los acontecimientos». «Sí, hubo épocas en la historia de nuestro país en las que tuvimos que retroceder, pero sólo para, reuniendo nuestras fuerzas, seguir adelante, concentrarnos y avanzar», señaló el presidente.
Es importante la cita porque como todos sabemos, a nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador le gusta aparecer como un presidente “echado para adelante”, bravo, y que no se calla ante lo que dicen y hacen los países poderosos. Ciertamente, quien no lo conoce cree que es un presidente que defiende la independencia y la soberanía de México, pero, del dicho al hecho hay mucho trecho, dice un dicho y esto es lo que sucede con nuestro gobierno, una cosa es alardear y otra cosa es ser consecuente con lo que se dice ser, es decir, ser libre.
Para reforzar lo dicho, pondré el caso de la migración donde se ve una contradicción del gobierno mexicano; como ya es sabido, del 8 al 10 de junio se llevó a cabo la IX Cumbre de Las Américas en los Ángeles, California, cuyo objetivo fue debatir aspectos políticos y económicos. Días antes de esta reunión el presidente mexicano dijo: “No puede haber Cumbre de las Américas si no participan todos los países del continente”. Asimismo, afirmó que su administración no está de acuerdo con “la vieja política de intervencionismo, de falta de respeto a las naciones y a sus pueblos”. Todos estamos de acuerdo con esta posición, porque es valiente y expresa que no se debe de excluir a ningún país y cada uno de ellos debe ser respetado. La idea es buena, pero no se corresponde con la realidad.
Aunque AMLO no fue a la cumbre, mandó a Marcelo Ebrard Casaubón, Secretario de Relaciones Exteriores y México aceptó firmar el acuerdo para frenar la migración; llama la atención que primero se hable de que se deben respetar a los países y veamos cómo se nos obliga a ser el policía de EE.UU ante la migración, como lo dice milenio.com.mx del día 8 de junio: “México instala 4 líneas de contención a migrantes” dice el encabezado y la nota dice “Las fuerzas armadas mexicanas desplegaron a casi 30 mil elementos del Ejército, Marina y Guardia Nacional para frenar las olas migratorias que vienen de Centroamérica con personas que buscan llegar a Estados Unidos, mediante “cuatro líneas de contención” establecidas en distintos puntos de territorio nacional.”
No se puede hablar de soberanía si a nuestro ejército y policía se les da la tarea de reprimir a los migrantes para cuidar intereses de Estados Unidos. Y entonces, ¿Por qué se acepta lo que dicen los gringos en cuanto a la migración? Si sabemos que ellos, los americanos, son los culpables de este problema social, porque es el sistema capitalista mundial que ellos encabezan, el culpable de tanta gente migrando, porque a esos países de donde emigra la gente no se les permite generar una industria
propia, no se les permite innovar y desarrollar su tecnología, porque se les quiere como países surtidores de materias primas baratas. Resultado, no hay trabajo ahí y el hambre empuja a buscar un mejor futuro para las familias, ese es el origen del problema y al que calla México y hace lo que le ordena nuestro vecino.
Aparte de esto, hay otros temas donde a leguas se puede ver la intromisión de los países poderosos en nuestro país, como está la cancelación del proyecto del tren México-Querétaro donde la licitación de la obra la había ganado una empresa China; la apertura rápida de la cuarentena por covid-19 por presiones del capital extranjero sin importarles la salud de miles de trabajadores mexicanos, ahora tenemos las acusaciones de algunos senadores de EE.UU contra AMLO de estar entregando secciones del territorio a los cárteles, todos estos asuntos y otros más dicen de que estamos lejos de ser lo que dice AMLO.
Por eso la nota del presidente Putin nos viene como anillo al dedo, para recordarnos que no somos soberanos porque no tenemos la capacidad para decidir por nosotros mismos nuestra política interna y externa, y el tema de la migración nos lo está demostrando.
Entonces, ¿qué le queda a México? pues desarrollar su economía, educación, ciencia y tecnología y garantizarle a su gente bienestar, pero todo esto tiene que ser en serio, no solo de palabras, para lo cual se necesita llevar al poder de México a otra gente con una nueva visión del país y del mundo, de lo contrario seremos, aunque no nos guste, una colonia del extranjero.