El discurso mentiroso del presidente

Por Ricardo Esquivel Castañeda

Para nadie es desconocido que el presidente de México se caracteriza por mentir, y hasta se le señala que ha dicho 61mil 079 afirmaciones falsas durante las mañaneras.

Pero, ¿qué significa que a una persona se le diga que miente, que engaña? significa hacer creer a alguien por medio de palabras, acciones, etc., lo que no es verdad. Actuar con mentiras no es bueno, moverse con la verdad es lo correcto, más, tratándose de una figura pública como es el caso del presidente de los Estados Unidos Mexicanos, y si al presidente de México se le señala como mentiroso, eso implica que nuestra máxima autoridad no es confiable, que no habla con la verdad, que, en vez de hablar con franqueza, sin rodeos y como son las cosas, finge ser justiciero y bueno y quiere aparecer como adalid de los pobres cuando no lo es, finalmente, tal proceder representa un desdoro en la imagen de alguien por el que todos debemos de sentir orgullo.

Esto lo comento porque hace unos días vino AMLO a supervisar el avance de trabajos que está haciendo el gobierno federal en Nayarit; el ejecutivo habló de la autopista Vallarta-Tepic, del Canal Bicentenario, del problema actual de la energía y también del camino o carretera que conduce al municipio de La Yesca.

Me interesa destacar el caso de la carretera para comprobar lo dicho atrás por el presidente. A través de una nota aparecida en elsoldenayarit.com.mx del día 25 de julio que dice. “Estamos haciendo justicia porque el camino pavimentado llegaba hasta la presa, pero ya a las comunidades de la sierra de Nayarit, la Yesca, los límites de Nayarit en la sierra con Jalisco, con Zacatecas, con Durango totalmente las comunidades indígenas aisladas, entonces ahora estamos haciendo estos caminos, hacia la sierra, miren, estos son 60 kilómetros desde la presa del cajón hasta Guadalupe Ocotán , una comunidad indígena, donde ya está también funcionando una universidad para los huicholes, eso es lo que estamos haciendo…”

Al respecto quiero decir lo siguiente: Desde que llegó AMLO al poder no ha dejado de decir que él llevará el progreso, la infraestructura a todas las comunidades indígenas de Nayarit olvidadas por siempre de la justicia. Pues bien, ya estamos a escasos tres meses de que cumpla cuatro años en el cargo y la promesa de hacer justicia no se ve que se esté cumpliendo, no como lo prometió.

En el caso concreto de la carretera a La Yesca él afirma que son ya 60 kilómetros de la obra pavimentada desde la presa El Cajón hasta Guadalupe Ocotán. Nada más alejado de la realidad pues falta muchísimo para terminarla hasta Guadalupe Ocotán, y no sólo eso, falta también un tramo muy importante en el trayecto hacía Huajimic- Puente Grande. Por lo anterior, sería bueno que se dijera el avance concreto y cuánto es lo que falta para llegar a esas importantes comunidades de la sierra porque detrás de ellas hay todavía otras poblaciones más refundidas entre la sierra que como se dice, sabrá Dios hasta cuando les tocará turno de recibir la infraestructura tan prometida por el presidente.

El presidente manipula la información; la obra de la carretera se está haciendo pero va a cuenta gotas, a ese ritmo de trabajo bien se puede pensar que estará difícil terminarla para cuando termine su periodo y las demás comunidades ya pueden ir perdiendo las esperanza de que se les cumpla.

Ese es el problema que tenemos con el presidente de México que no habla con la verdad, que da falsas esperanzas. Personalmente conozco esa carretera y soy testigo de que no está terminada, y estoy de acuerdo con la gente de aquella zona que dice “falta muchísimo para que termine la carretera”.

De la universidad de la que habla, de la que tanto presume, sinceramente hasta triste se ve esa universidad, sientes algo parecido a lo que sientes cuando ves al “Banco del Bienestar”, un nombre rimbombante que suena como hablar del poderoso Banco Popular de China, y al compararlo con éste nos damos cuenta de que esto del Banco del Bienestar es una verdadera vacilada, que no es más que una burla para los mexicanos.

Pero las cosas no quedan ahí. La población de la sierra de Ruiz y Del Nayar le reclama al presidente que voltee a ver la carretera Ruíz-Zacatecas, tramo El Venado-Presidio de los Reyes -que conduce hacia la región donde viven Coras y Huicholes-, destruida desde el año pasado por huracán Pamela y que representa un verdadero peligro para el transporte y para los ciudadanos porque está a punto de colapsar lo que queda de ella, con lo que, de suceder, la zona quedaría sin comunicación.

Esto es otro ejemplo de la negligencia del gobierno para atender los problemas reales de la gente, sobre todo de los más pobres, como es la región de la sierra de Ruiz y del municipio Del Nayar, pero, además, este caso evidencia y desmiente los frecuentes pronunciamientos del gobierno de que se hará obra en las zonas más pobres de los indígenas. Si no se quiere reconstruir la actual carretera ya señalada, ¿habrá esperanzas de que se pavimenten tramos entre la cabecera municipal de Jesús María y las comunidades? La respuesta es obvia, no la habrá.

De todo lo anterior se concluye que, ante las cosas concretas señaladas atrás, el pueblo debe de abrir los ojos, debe conmoverse, agitarse y sentirse agraviado porque está siendo engañado. Hay que tomar conciencia de las cosas y actuar en consecuencia organizados y dispuesto a luchar para exigir que se cumpla con la obligación de llevar el desarrollo a las zonas indígenas.