Para México, los Juegos Olímpicos de París 2024 tienen el salado sabor de las lágrimas de los atletas por alcanzar la gloria o quedarse muy cerca de las medallas. El calendario de esta justa ha sido testigo de la fortaleza y el sacrificio de los atletas mexicanos, no obstante la obtención de preseas se ha complicado en algunas disciplinas.
En gimnasia artística, Alexa Moreno cayó y sonrió desde el suelo tras su competencia, mientras que su compañera Natalia Escalera lloró al lanzarse a la prueba de barras asimétricas a pesar de una lesión. “No iba a participar, pero me tuve que meter cuantas pastillas pude para poder darlo y estoy muy feliz, porque pude cumplir el sueño… Dicen que el escenario es un analgésico. Tengo mucho dolor, pero era la última rutina”, expresó Escalera quien no logró clasificar a la siguiente ronda junto a sus compañeras de equipo.
Los nuevos deportes olímpicos también han capturado la atención. Alan Cleland, surfista colimense, se quedó a una ola de avanzar a los cuartos de final en Teahupo’o, Tahití, visibilizando que los aztecas pueden competir en cualquier deporte pese a no ser tan popular como el fútbol.
En clavados sincronizados, Kevin Berlín y Randal Willars finalizaron en un cuarto lugar, acariciando el bronce, pero quedándose a pocos puntos de convertirse en otros medallistas en el rubro tras el legado que han dejado deportistas como Fernando Platas o Paola Espinoza.
