El republicano prevé imponer aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio de todo el mundo, una medida que golpea duramente a Brasil, México y Emiratos Árabes Unidos.
Estas tarifas aduaneras, para las que no contempla excepciones, afectarán a la electrónica, el sector automotor y la construcción.
El país más perjudicado será Canadá, un aliado histórico y, junto con México, su socio en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC).
El futuro primer ministro de Canadá, Mark Carney, adoptó un tono desafiante el domingo, prometiendo defender «el estilo de vida canadiense».