La risa: un análisis psicosocial desde la vida de “Joker”

REDESCUBRIENDO

Por: José Miguel Cuevas Delgadillo

La risa puede ser analizada desde varias perspectivas: fisiológica, patológica, teológica e histórica. El humor y la risa son manifestaciones humanas que se identifican en todas las culturas, en algunas civilizaciones esto se encuentra documentado, tal es el caso de las culturas clásicas. En los poemas, obras de teatro, textos sagrados, grafittis y otras manifestaciones culturales del hombre se han hecho alusiones al tema en cuestión, aunque no siempre como reflexión y estudio específico, los registros de este tipo que tenemos son menos frecuentes, pero a pesar de esto muchos de los principales pensadores de todos los tiempos le han dedicado páginas y tiempo de su vida a intentar entender y teorizar sobre este atrapante fenómeno.

    El humor es un componente importante que detona la risa como una manifestación meramente fisiológica que responde a un estímulo externo. El humor se define como un tipo de expresión que exalta el lado cómico o risueño de diversas situaciones. El concepto, de acuerdo a su definición teórica, refiere a la vivacidad, espíritu alegre, entusiasmo o genio (https://definicion.de/humor/). Así, el humor detona la risa, y con ella un desahogo a manera de catarsis que conduce a la persona a experimentar sensaciones de alivio y bienestar emocional. La risa ha sido estudiada y analizada desde diversas disciplinas, tales como la filosofía, la psicología, la antropología, la fisiología, entre otras. Teniendo en cuenta la amplitud de consideraciones posibles sobre el tema, en este artículo se hará un breve repaso histórico de la percepción que se ha tenido de la risa, desde lo hebreos, pasando por la Grecia clásica y la Edad Media hasta llegar a la vida del personaje de moda: “Joker”.  

  1. Los Hebreos

La herencia cultural de los hebreos a Occidente ha sido notable y muy basta. Este bagaje cultural ha llegado hasta nosotros a través de la Biblia y las diversas interpretaciones que los diferentes cristianismos de las sociedades occidentales han dado a la gran variedad de temas que el libro sagrado contiene. La Biblia conformada por diferentes autores, con personalidades diversas y diferentes profesiones, ha tratado el tema de la risa. Para el rey Salomón, considerado como uno de los hombres más sabios de la antigüedad, “la risa enloquece”. La risa entre los hebreos de la antigüedad no era vista como una manifestación de virtud, por el contrario, en ciertos contextos sociales era reprimida. La sobriedad tenía relación con la negación de la risa y el humor. Los hebreos no contaban con profesionales de la risa, la forma de desahogo social era a través de la devoción a su deidad y la participación de los diferentes ritos que el judaísmo promovía. Reír, por lo tanto, no era una práctica común.

  • La Grecia Clásica.

De los griegos sabemos que el humor y la risa eran componentes elementales de su cultura y su vida cotidiana, la risa griega era concebida como una expresión sublime del hombre (no hay referencias históricas precisas sobre las mujeres riendo, pero hemos se suponer que también reían, aunque no en actos públicos), una especie de manifestación del alma, incluso, artística. Los primeros textos donde existen referencias al tema, los encontramos con los presocráticos, que aparecen citados por otros autores, en donde se ven algunos esbozos o comentarios relacionados con algún planteo teórico incipientemente con relación al humor y la risa. Entre las referencias más antiguas que se conservan se encuentra en un fragmento atribuido a Heráclito (h. 536, h. 470 a. C.) que dice: “Non convenit ridiculum esse ita ut ridiculus ipse videaris”, cuya traducción sería: “No conviene ser tan ridículo hasta que tú mismo parezcas ridículo”.

     En Ética a Nicómaco, Aristóteles, cita a un amigo de Zenón que dice: “Sé alegre, así puedes ser serio”. Otra sentencia proclamaba “Moderación en la risa y en el vino”. Demócrito de Abdera (h. 460, h. 370 a. C.) por algunos testimonios era considerado “el filósofo que ríe”. Séneca dice de Demócrito que es compasivo, en cambio Juvenal lo presenta riéndose en una procesión. Según algunas versiones parece que Demócrito escribió un tratado sobre la risa. Se señaló que algunos sofistas se relajaban mediante la risa como preparación para otras actividades. Para Sócrates la risa es entendida como un placer mixto, consideración que desarrollará posteriormente Platón, supuestamente no podemos reírnos de la ignorancia, pero lo hacemos. En Grecia, en general, la risa fue entendida según algunos autores (McFadden) dentro dela conducta cómica, como un ̉ήθοσ (ethos) humano, tal cual fue usado el término por Platón y Aristóteles. El núcleo de la retórica clásica de escritos y discursos cómicos aparecieron primeramente en Platón y en Aristóteles. Una mención especial debe tener la comedia griega, que cuenta con uno de los grandes exponentes en Aristófanes (h. 445 h. 386 a. C.) quien en sus comedias hizo críticas sociales y costumbristas con gran inventiva, sus obras tienen un espíritu mordaz, en “Las nubes” por ejemplo, hay una particular caracterización y satirización de Sócrates y los sofistas. Escribió cuarenta y cuatro obras, pero se conservan sólo once, entre las más conocidas figuran: Los acarnianos, La paz, Las ranas, Las avispas, La asamblea de las mujeres, Plutón, etc.

  • La Edad Media.

A pesar de la herencia cultual de los filósofos griegos, la época medieval se caracterizó por deformar el cristianismo mezclándolo con las teorías de Aristóteles y Platón, así surge la versión más caótica del evangelio de Cristo: el catolicismo romano. El historiador Jaques Le Goff y el filósofo italiano Umberto Eco, nos dicen lo que la risa y el humor representó para el “hombre” medieval. En su libro: Historia cultural del humor, Le Goff identifica diferentes niveles de risa, y lo que más interesa para este estudio, la risa como como representación de la sociedad, es decir, la relación de la risa con la sociedad: “¿De quién y de qué se ríe? ¿De qué grupos o de qué clases? Nuestros monjes tenían que respetar sus propias reglas. Existía un risus monasticus, que era una risa ilegitima y prohibida. Eco, establece en su legendaria obra: En el nombre de la rosa, que la risa era vista por la mayoría de los mojes mediavales como: “una manifestación diabólica que atenta contra la sobriedad”. En su libro, Eco, refiere que algunos monasterios reprimían la risa, sin embargo, esto no impidió que muchos estudiosos y traductores de las obras de Aristóteles, sobre todo, La Comedia, en donde el filósofo griego hace un magistral estudio sobre el humor, fueran partidarios de la risa. Por lo tanto, la sociedad medieval evitaba reírse, cuando tenían que hacerlo, lo hacían en las tabernas o el algún otro lugar privado. El espectáculo humorístico característico de las obras griegas, tuvo un retroceso significativo en esta época. Le Goff denomina este periodo de la historia como “una época de tristeza en donde las lágrimas reprimieron a la risa.”

  • Psicología de la risa y “Joker”: las implicaciones psicosociales de la risa y el humor.

En los últimos años se le puso especial atención al tema. Ha aumentado considerablemente las investigaciones sobre la risa. Tanto, que ya existe una asociación denominada: American Association for Therapeutic Humor (Asociación Americana del Humor Terapeútico), quien define al humor terapéutico como: “Una intervención que promueve la salud y el bienestar mediante la estimulación, el descubrimiento, la expresión y la apreciación de las incongruencias y situaciones absurdas de la vida. Estas intervenciones pueden ser utilizadas para mejorar la salud o ser usadas como un tratamiento complementario de las enfermedades ya sea para curar o enfrentar dificultades físicas, psíquicas, emocionales, sociales o espirituales”.

      Se han descristo e investigado rigurosamente los efectos fisiológicos, endócrinos y biológicos que la risa genera, (Berk, Tan, Fry, Napier, Lee, Hubbard, Lewis, y Eby, 1989). Empíricamente todos podemos ver con mucha facilidad los efectos que el buen humor y una simple sonrisa provocan. Los avances de las neurociencias permiten identificar con mayor precisión los centros cerebrales que se encuentran involucrados en el fenómeno de la risa. Esto permite explicar ciertas patologías como algunas epilepsias risibles, en donde existe el fenómeno de la risa (lo que “Joker” padecía). Las investigaciones han encontrado que la risa disminuye el nivel de hormonas secretadas durante la respuesta de estrés. La risa también aumenta la inmunoglobulina A, que es un anticuerpo que ayuda al sistema inmune, en particular contra algunas enfermedades respiratorias (Fry, 1977 y Berk y Tan, 1989). Desde las ciencias sociales se puso el acento en el valor de intercambio y comunicación que la risa tiene, en función del contacto con otros. El efecto “contagio” que la risa genera, también fue ampliamente estudiado por antropólogos, sociólogos y psicólogos. Ahora existen algunas líneas de investigación que ponen el acento en los factores preventivos que la risa genera en niños y adultos sanos. Los especialistas en productividad y sociólogos del trabajo, encontraron evidencia de una relación alta entre el buen humor y el uso de la risa; como también el aumento de la productividad y filiación a la empresa. Esto llevó a que muchas empresas de primera línea, incorporen grupos de personas para que hicieran reír a sus empleados, diseñaran letreros y diferentes métodos para mantener el buen humor entre los mismos (Blumenfeld y Alpern, 1994). Los usos que la risa y el recurso del humor tienen, son vastísimos. Si bien ya muchos psicoterapeutas reconocidos, nos pusieron sobreaviso de los beneficios que este buen uso puede tener en las personas; todavía no hay muchas investigaciones que delimiten y validen los modos de intervención o los posibles efectos, ya sean positivos o negativos, del uso de este recurso.

    Así llegamos a la risa de “Joker” quien se ríe de manera involuntaria como una manifestación de su patética vida familiar y social. Arthur Fleck trabaja como payaso y sueña ser un astro del stand up para ganarse la vida y reírse de sí mismo y de su miseria. La risa de “Joker” es patológica, pero aspira a reírse por voluntad, por placer, por disfrute. La risa en las sociedades modernas representa un escaparate que funciona como catarsis, quien ríe es bien visto, aceptado y estable; quien hace reír se vuelve un personaje mitificado, con atributos; incluso, curativos. Hay que reír, pero no como “Joker”, sino como una persona “normal”, y aquí entremos en una clasificación de la risa: la hay patológica y la hay por estímulos. “Joker” es consciente de su vida miserable, a pesar de ello busca ser un profesional de la risa y del humor, pretende hacer reír a otros. Paradójicamente, la sociedad a la que busca estimular a la risa es la misma que lo rechaza y lo excluye, son ellos quienes menosprecian su risa y sus intentos por hacer reír. Después de varios intentos, Arthur Fleck llega al programa donde Robert de Niro interpreta a un comediante pedante y sarcástico que tiene un programa de televisión con un alto “rating”. Como era de esperarse, el conductor del programa estelar se burla de Arthur y el propósito de hacer reír se convierte en una patética escena de homicidio en vivo: Arthur Fleck, ya convertido en “Joker” mata al conductor y se ríe de ello. La risa es maldad, pero también es bondad. Hasta la próxima. Facebook Miguel Cuevas.