- Quería ser enterrada en México
REDACCIÓN
Ella era Lupita González. Sus amigos y familiares la llamaban «Cuata», era una de los miles de nayaritas que ante la falta de oportunidades que existen en el estado, tienen la necesidad de ir a trabajar a Estados Unidos.
Allá formó su familia y adquirió la dualidad que caracteriza a los migrantes mexicanos: se sienten parte de México, pero también de los Estados Unidos, allá formaron unas familias, pero aquí dejaron otra.
Regresó a Nayarit para ver a su familia y en su intento de volver a Estados Unidos, con sus hijos, sufrió un accidente que le costó la vida. Su familia ahora se encuentra desesperada por repatriar sus restos. No cuentan con los recursos suficientes, pero tienen la voluntad, es por ello que desde hace días han llevado a cabo algunas actividades en Estados Unidos, para recabar fondos y traer a Lupita a su tierra. Han vendido comida, han organizado rifas. Su familia aquí también está tratando de conseguir apoyo.
Es una historia triste, pero cotidiana. Lupita era prima de uno de mis mejores amigos, que también partió hace un par de años. Si en algo pueden ayudar, mucho se los habrá de agradecer su familia, 10, 20 pesos… Cada centavo vale oro en los momentos de mayor desesperación, como el que está viviendo la familia de Lupita.
Sí desea ayudar, puede contactar a Donia Ahumada.
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