Las remesas y la migración

Por Ricardo Esquivel Castañeda

En estos días la prensa nacional ha destacado en cartones, notas, artículos, reportajes, etcétera, el problema de la migración, y también el tema de las remesas; por un lado, destaca la tragedia ocurrida hace unos días en Texas donde murieron 53 migrantes, más de la mitad mexicanos, y por el otro, se resalta el récord hasta los primeros cinco meses del año, de las remesas que envían los mexicanos que viven y trabajan en Estados Unidos.

Ambas cosas son dos grandes problemas para el país porque reflejan de alguna manera que nuestra nación no está funcionando bien, y que, aunque se nos trate de conformar con mensajes alentadores sobre la recuperación de la economía, los hechos dicen lo contrario.

Desde un principio lo dijimos los antorchistas: “AMLO no es la salvación de México”, hoy, a casi ya cuatro años del gobierno de la 4T, está quedando demostrado que el presidente de México Andrés Manuel López Obrador fue impuesto por las élites económicas poderosas para inmovilizar a las masas, para calmarlas y evitar estallidos sociales.

La economía está mal, según lavanguardia.com. del 8 de junio de 2022, “La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) rebajó la previsión de crecimiento de la economía mexicana al 1,9 % para 2022 desde un pronóstico previo del 2,3 %”. Según los indicadores ni en el 2022 y el 2023 la economía crecerá y como resultado no habrá más fuentes de empleo, aumenta el desempleo, crece la pobreza y todos los problemas sociales que se generan por no haber trabajo; estamos pasando pues por tiempos difíciles, por ello vemos que miles de mexicanos emigran al norte en busca de trabajo para sostener a sus familias con todos los riesgos que implica, incluido el de perder la vida.

Soy de los afectados por esta situación ya que hace años perdí un hermano que trabajaba en Texas, y siento que la tragedia de Texas debe ser para cualquier mexicano bien nacido motivo de indignación, de rabia y coraje, porque los mexicanos no vivimos en un país miserable, sin tierras y sin recursos naturales que nos obliguen a ir por el mundo vagando y pidiendo la benevolencia de los poderosos. Somos parte de un país grande y rico, con muchos recursos naturales y con 130 millones de habitantes. No tenemos por qué ir a donde no nos quieren, a donde nos humillan y nos maltratan, aquí tenemos todo para generar riqueza y sostener a nuestro pueblo.
Entonces, ¿qué nos falta para hacer que nuestro país no se desangre perdiendo a nuestra fuerza de trabajo y para no ir a morir a balazos, ni a garrotazos, ni asfixiados, ni deshidratados a los EE. UU? Se requiere que el gobierno mexicano genere los empleos que aquí se necesitan. No se necesita ser un genio en economía para saber que el problema en las comunidades y en las grandes ciudades es que no hay trabajo y el que existe está mal pagado.

Lo más grave es que el gobierno actual sabe cuál es el problema, pero no está interesado en resolverlo porque su tarea no es el bienestar de las mayorías sino el anestesiarlas.

Lo anterior se puede ver en cómo aborda el problema de la asfixia de migrantes en Texas y de las remesas.

El gobierno mexicano en lugar de señalar directamente al imperialismo yanqui como responsable de tantas muertes, porque es el culpable de que México y otros países sean pobres al no permitírseles el desarrollarse y siempre querer tenerlos como fuentes de abastecimiento de materias primas y mano de obra barata, repito, en lugar de señalar la fuente del mal se va a culpar al chofer del tráiler y hasta a culpar a los propios migrantes por su situación. Se oculta a quien genera el problema y se queda ante el mundo como un país sumiso que ve el problema, pero que se queda callado. Esto es un engaño más de AMLO para los mexicanos.

En cuanto al problema de las remesas, el hecho de que el envío de dinero por parte de los connacionales que radican en el extranjero supere la barrera de los 5 mil millones de dólares en un mes, me parece que sí es un problema porque en lugar de hacernos una nación independiente nos hace más dependientes y expresa que aquí no se están creando fuentes de trabajo. Pero, para nuestro presidente, el aumento de las remesas son un mérito de él, ni la tragedia de 27 mexicanos lo impresionan, lo conmueven y lo inducen a reflexionar de que cada vez que aumenten las remesas se estará hablando mal de su administración porque simplemente la economía mexicana no está creciendo y generando el empleo requerido por la gente.
Bien se puede concluir con esto de las remesas y la emigración, que, aunque AMLO siga pregonando a los cuatro puntos cardinales que él es de izquierda, la realidad lo va a ir desmintiendo porque al momento de poder reaccionar y decir de qué está hecho, simplemente se achica porque no está hecho para actos más trascendentales.

La solución es organizar al pueblo pobre y llevar al poder a una gente que sí trabaje por lo que la gente necesita y que sienta orgullo y pundonor por México.