Negar acceso a la salud, a la educación y a obras y servicios también es discriminación de la 4T

Por Ricardo Esquivel Castañeda

Para todos los mexicanos que no son seguidistas a ciegas de quien hoy ostenta el poder en México, ha quedado bastante claro que la elección interna del partido en el poder ha resultado igual o peor que las que hacían los partidos del pasado, mostrando el llamado dedazo para favorecer a quien seguramente será la tapadera del actual presidente, exhibiendo derroche de recursos públicos de la Secretaría de Bienestar y de la Ciudad de México para corromper y comprar conciencias, haciendo trapacería, etcétera. Todo hecho al viejo estilo príista.
Y mientras en el poder y en los medios de comunicación se habla de la unidad de los morenistas para tratar de borrar su cinismo, (digo cinismo porque ahora vemos el abuso de poder, la corrupción, robos, el poder de un estado en manos de bandas criminales, y no pasa nada, porque basta con que López Obrador diga que son calumnias de sus enemigos, son ataques a su honestidad) y engañar al pueblo, la derecha mexicana se aglutina en torno a Xóchitl Gálvez para ganarse a la gente y recuperar el poder.
Esto es lo que está sucediendo y los graves problemas de los mexicanos quedan en segundo plano, pero ahí están, siguen lacerando la vida de millones de mexicanos con lo que se demuestra que el lema de “Por el bien de todos, primero los pobres” solo es una frase que expresa un pensamiento, pero solo eso, un pensamiento, nada concreto.
¿Y por qué digo lo anterior? porque los problemas no esperan y urge que se resuelvan. Tenemos el problema en la educación. Por ejemplo, se sabe que de 38 millones de jóvenes mayores de edad que hay en todo México, solo el 24%, es decir, 9 millones 120 mil quedan inscritos en alguna institución educativa de Nivel Superior, lo que significa que 29 millones de mexicanos dejan de estudiar. También es conocido que en Corea y Australia más del 60% de sus jóvenes se encuentran cursando la universidad. Otro dato del INEGI dice que 8 de cada 100 alumnos que comienzan sus estudios en la universidad logran terminarla.
Como podemos ver, son millones de jóvenes los que no se les dan la oportunidad de estudiar; son rechazados, se les impide realizar sus sueños, por ello no es extraño que en la delincuencia se enrolen cada vez más los jóvenes, que estén aumentando los suicidios y que aumente también la migración de mexicanos a los Estados Unidos. Esta es la cruda realidad, de esto no se dice nada, pero es un verdadero crimen que nuestra juventud no despliegue sus potencialidades.
En el tema de la salud el presidente actual entró muy picudo, vilipendiando prácticamente todo lo hecho en el pasado, puso como palo de gallinero al viejo sistema de salud y al Seguro Popular, -que funcionaban con deficiencias-, pero para mucha gente pobre era una alternativa al no contar con Seguro Social, pues a pesar de eso, lo tachó de ser un medio que se prestaba a la corrupción y creó el Instituto Nacional para la Salud y el Bienestar (INSABI) y como ya es sabido, prometió un servicio de salud para los mexicanos parecido al de Dinamarca; nueva frase para los aplausos pero que a los mexicanos no les mejora nada su situación, como se puede ver en la siguiente nota:
“De acuerdo con el Coneval, hace 5 años alrededor de 20.1 millones de personas no tenían acceso a distintos servicios de salud y para 2022 la cifra se elevó a 50.4 millones de mexicanos.” Infobae.com del 10 de agosto de 2023. ¿Qué significa esto? Quiere decir que en 5 años de gobierno de AMLO el número de mexicanos sin acceso a la salud aumentó, pasó de 20 a 50 millones, eso es gravísimo, el lema de un sistema de salud de primer nivel es una ilusión, un engaño más a los pobres.
Por último, me quiero referir a las obras y servicios para las comunidades y colonias marginadas de todo el país a las cuales prácticamente se les ha dejado en el olvido, porque obras nuevas de este sexenio federal no se ven, y las obras de anteriores administraciones que quedaron inconclusas como son las carreteras pavimentadas,; en Nayarit se ve algo de esto, el gobierno actual ya no las concluyó aduciendo a la falta de recursos, lo cierto es que estas obras inconclusas presentes en varias comunidades que impulsaron el desarrollo ahora se están deteriorando muy rápidamente por falta de mantenimiento y ni pensar en su conclusión porque se argumenta que no hay dinero.
En obras, cuando menos en Nayarit, los miles de millones de pesos que se están invirtiendo no son para sacar de la pobreza a los huicholes y coras, ni para pavimentarles sus caminos de acceso, es más, su principal carretera, la de Ruiz-Zacatecas, que está destruida desde hace casi tres años, en el tramo El Venado-Presidio de los Reyes, el gobierno federal no la ha querido reconstruir a pesar de ser necesaria y de estar a punto de desaparecer y de representar un verdadero peligro para todo el que transita por esa ruta, repito, las obras y los miles de millones de pesos no se destinan para mejorar la calidad de vida de los indígenas, ni para pavimentar las calles de las 20 ciudades más importantes del estado que están en pésimas condiciones, intransitables, son una vergüenza, menos pensar que hay dinero para clínicas de salud en las comunidades más alejadas, el dinero se destina para crear los grandes negocios hoteleros y centros comerciales que se crean en la zona de las playas de San Blas, Compostela y Bahía de Banderas, es aquí a donde fluyen los ríos de dineros salidos de nuestros impuestos y no hay duda que beneficiarán a los grandes empresarios del país.
Entonces, las grandes obras que presume AMLO claramente se ve que benefician a un sector de la burguesía mexicana, mientras a los mexicanos más pobres, a los que él dice representar, los mantiene contentos con migajas llamadas pensiones y becas, pero a cambio les regatea las inversiones en obras y servicios.
Conclusión, el negar a los pobres las obras y servicios es discriminarlos, es excluirlos del progreso social, y es también (aunque lo nieguen los morenistas) privilegiar a los ricos, a los que son dueños del poder en México, es ni más la lucha de clases y AMLO toma partido por los poderosos. El pueblo debe de saberlo.